Papá instala una cámara para ver por qué su hija se queda en su habitación

Es comprensible que la mentalidad de una adolescente sea a menudo compleja y difícil de comprender para muchos. Aunque este pueda ser el caso, se ve que los padres generalmente hacen todos los esfuerzos posibles para entender estas complejidades de su adolescente. En la casa de los McKinley, algo raro empezó a ocurrir y Darren no sabía qué le estaba pasando a su hija. Esta inexplicable situación no sólo preocupaba a Darren, sino que también empezó a desconcertar a los médicos y a los agentes de protección de menores implicados. No podían prever la gravedad de la situación de su hija adolescente.

Conoce a los McKinley

Darren McKinley, junto con su nueva esposa Pam y su hija adolescente Natalie, vivían en la casa de invitados de la propiedad de sus padres. Aunque el espacio era suficiente para mantener su estilo de vida, no era necesariamente el lugar perfecto para echar raíces de forma permanente.

Conoce a los McKinley

Darren soñaba con trasladar a su familia a una casa mejor, idealmente, un lugar que no estuviera a la sombra de la residencia de sus padres. Había estado ahorrando dinero para mudarse, pero de momento tenían que quedarse donde estaban. La vida iba bien hasta que Darren empezó a notar que algo raro ocurría dentro de la casa.

Hijo de divorciado

Darren acababa de ver cómo su hija Natalie cumplía 15 años. Sus amigos le habían informado de que su edad sería un periodo complicado para ambos. La creencia era que las chicas de esta edad parecían imaginar que tenían todo el conocimiento del mundo, y esto a menudo podía traducirse en un poco de descaro cuando se trataba de sus padres. Sin embargo, Darren no se sentía incapaz de afrontar este reto.

Hijo de divorciado

No estaba preparado para los impactos de su separación de la madre de Natalie. Hizo todo lo posible por estar ahí para Natalie, pero la situación dio un nuevo giro cuando Pam entró en sus vidas. Sin que él lo supiera, esto iba a modificarlo todo significativamente.

Cada vez más tranquilo

Darren y su hija Natalie siempre habían sido una pareja muy unida, que compartía un vínculo inquebrantable. Él estaba ahí para ella, atendiendo sus necesidades de todas las formas posibles. Tenían una profunda conexión que cambió cuando Pam, su nueva esposa, entró en escena y empezó a vivir con ellos. Su vínculo padre-hija, antes sencillo y estrecho, experimentó un cambio con esta nueva incorporación a su vida familiar.

Cada vez más tranquilo

A pesar de que Darren creía firmemente que nada sería diferente, Natalia empezó a encerrarse en su caparazón. A la hora de cenar, cada vez estaba menos comprometida y evitaba en lo posible cualquier interacción con Pam. Al principio, Darren lo hizo pasar por el típico comportamiento adolescente, pero cuanto más callaba Natalie, más preocupación empezaba a corroerle.

Sólo una fase

Habían pasado menos de doce meses desde que Pam se mudó con ellos, pero el comportamiento de Natalie había cambiado notablemente. En lugar de quedarse en las zonas comunes de la casa, Natalie se retiraba rápidamente al santuario de su habitación justo después del colegio. Allí permanecía recluida la mayor parte del día, y la cena era el único motivo para bajar.

Sólo una fase

Darren especuló para sus adentros: quizá la culpa fuera de las redes sociales. Había leído historias sobre adolescentes víctimas de acoso en Internet y otros problemas similares. Sin embargo, no era consciente de que los acontecimientos que se avecinaban eran mucho más graves de lo que él suponía y harían que sus preocupaciones actuales parecieran casi ordinarias.